Qué es la Arqueología industrial #PatrimonioIndustrial

 DEFINICIÓN DE ARQUEOLOGÍA INDUSTIAL

La disciplina científica que estudia y pone en valor el pasado industrial se denomina Arqueología Industrial. Se trata de una de las ramas más recientes de la arqueología dedicada al estudio de la actividad industrial que dispone de una metodología propia de carácter interdisciplinar donde, a través del estudio de los restos materiales e inmateriales conservados como testimonios históricos de los procesos productivos, nos aproxima a la sociedad y a los elementos surgidos del proceso de la industrialización. Además, esta disciplina aplica el método arqueológico adaptado a este tipo de patrimonio con el objetivo de ayudar a comprender la evolución de la sociedad industrial y a la posible reutilización del patrimonio industrial. Esta reciente rama de la arqueología, ha jugado un papel trascendental en el fomento de la importancia de la historia industrial para la comprensión del patrimonio cultural en su sentido más amplio. 

Esta disciplina iguala el valor patrimonial entre los artefactos industriales y el patrimonio consolidado y añade como patrimonio industrial los logros técnicos y sociales derivados de la tecnología, como son los medios de comunicación, transporte y las colonias industriales. Cabe destacar que fue la arqueología la que inició el interés hacia el patrimonio industrial, mediante la aplicación de su técnica, a mediados del siglo XX, en la recuperación de restos materiales de las actividades ligadas a la producción, distribución y consumo de los bienes, permitiendo identificar las actividades económicas y sociales pasadas. Así, su estudio permitió comprender mejor el desarrollo de la técnica y las sociedades de la época industrial. El nacimiento de la arqueología industrial está ligado a la evolución del concepto de patrimonio histórico, e incorpora el patrimonio industrial, a la profunda valoración de la Revolución Industrial y al proceso de renovación urbana e industrial tras la II Guerra Mundial. 

La arqueología industrial surge en Gran Bretaña a mediados del siglo XX como reacción ante la sistemática destrucción de algunos de los edificios más representativos de su pasado industrial, especialmente los de la primera industrialización. A principios de la década de 1950, el profesor de latín de la Universidad de Birmingham Donald Dudley empezó a organizar visitas a antiguas instalaciones industriales con sus alumnos de clases para adultos. Este hecho se considera como uno de los primeros en contribuir a desarrollar el concepto de arqueología industrial y de defensa del patrimonio industrial. Más tarde, Michael Rix popularizó el término al publicar su artículo “Industrial Archaelogy” (1955) siendo el primero en el que se hace mención por escrito a este concepto.

Más tarde, Kenneth Hudson, publicó en 1963 el primer libro sobre arqueología industrial, definiendo el término como una nueva disciplina cuya finalidad es “el descubrimiento, la catalogación y el estudio de los restos físicos del pasado Industrial, para conocer a través de ellos aspectos significativos de las condiciones de trabajo, de los procesos técnicos y de los procesos productivos”. 28 Finalmente, en julio de 2003, el TICCIH (Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial) definió el concepto de arqueología industrial en la Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial: “La arqueología industrial es un método interdisciplinario para el estudio de toda evidencia, material o inmaterial, de documentos, artefactos, estratigrafía y estructuras, asentamientos humanos y terrenos naturales y urbanos, creados por procesos industriales o para ellos. 

La arqueología industrial hace uso de los métodos de investigación más adecuados para hacer entender mejor el pasado y el presente industrial.” Sin embargo, su implantación sigue siendo muy heterogénea a nivel mundial debido a que no existe una teoría y una metodología aceptada universalmente. Mientras en algunos países (como Inglaterra) se posee una gran tradición y aceptación respecto a este hecho, en otros (como España) se encuentra aún en pleno desarrollo. 

Así, el hecho de que esta disciplina aún se encuentre en un estado de indefinición hace que pueda significar diversas cosas, dependiendo de quien la practique, de cuál sea su formación o cuáles sean sus objetivos, debido a las condiciones en las que surgió la disciplina, al recelo de historiadores y arqueólogos, a la falta de cobertura académica y a la confusión existente entre arqueología industrial y patrimonio industrial. La heterogeneidad de su objeto de estudio que integra arqueología, economía, arquitectura, historia, sociología, entre otros, requiere de un equipo interdisciplinar compuesto de arqueólogos, economistas, arquitectos, ingenieros, historiadores y sociólogos, entre otros. 

De este modo, y aunque existen muchos aspectos (su definición, objetivos y límites) que se han determinado, la discusión sobre lo que abarca el estudio de la arqueología industrial sigue siendo motivo de debate actualmente, siendo producto de una ambigüedad que permite equiparar economía por industria; generando problemas como la confusión de la arqueología industrial con trabajos más propios de la historia de la economía o de la industria, de la tecnología o de la arquitectura.

DEFINCIÓN DE PATRIMONIO NDUSTRIAL

El concepto de patrimonio industrial es muy amplio e integra todo tipo de edificaciones e instalaciones propias de la actividad industrial, redes de transporte, comunicación, viviendas obreras, paisajes, etc. Como defiende SÁNCHEZ MUSTIELES (2013, p. 54), todos estos elementos se pueden agrupar en dos grupos: Patrimonio Industrial Tangible: compuesto por Patrimonio Industrial Tangible: inmuebles (fábricas, talleres, minas o mataderos) y bienes muebles (archivos, mobiliario, maquinaria o herramientas). Patrimonio Industrial Intangible: integrado por Patrimonio Industrial Intangible: o aquello relacionado con la cultura obrera, las formas de vida, los procesos de producción, las costumbres y tradiciones o las relaciones sociales entre trabajadores. 

Se ha podido comprobar que existen diversas definiciones sobre este tipo de patrimonio, no existiendo una teoría común aceptada universalmente. De las existentes se han tenido en cuenta las siguientes definiciones dentro del ámbito internacional, nacional y autonómico. 

 En el ámbito internacional, la Carta de Nizhny Tagil sobre el Patrimonio Industrial de julio de 2003 lo define de la siguiente manera: “1. Definición de patrimonio industrial. El patrimonio industrial se compone de los restos de la cultura industrial que poseen un valor histórico, tecnológico, social, arquitectónico o científico. Estos restos consisten en edificios y maquinaria, talleres, molinos y fábricas, minas y sitios para procesar y refinar, almacenes y depósitos, lugares donde se genera, se transmite y se usa energía, medios de transporte y toda su infraestructura, así como los sitios donde se desarrollan las actividades sociales relacionadas con la industria, tales como la vivienda, el culto religioso o la educación.” “El período histórico de principal interés se extiende desde el principio de la Revolución Industrial, la segunda mitad del siglo XVIII, hasta la actualidad, incluida. Si bien también se estudian sus raíces preindustriales y protoindustriales anteriores. Además, se recurre al estudio del trabajo y las técnicas laborales rodeadas de historia y tecnología". 

A nivel nacional, se ha tenido en cuenta la definición del patrimonio industrial contenida en el documento del Plan Nacional de Patrimonio Industrial de marzo de 2011: “1.3.- Definición, categorías y ámbito de aplicación Definición de Patrimonio Industrial Se entiende por patrimonio industrial el conjunto de los bienes muebles, inmuebles y sistemas de sociabilidad relacionados con la cultura del trabajo que han sido generados por las actividades de extracción, de transformación, de transporte, de distribución y gestión generadas por el sistema económico surgido de la “revolución industrial”. Estos bienes se deben entender como un todo integral compuesto por el paisaje en el que se insertan, las relaciones industriales en que se estructuran, las arquitecturas que los caracteriza, las técnicas utilizadas en sus procedimientos, los archivos generados durante su actividad y sus prácticas de carácter simbólico.

En el ámbito de la normativa autonómica, la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía le dedica el título VII al patrimonio industrial: “Artículo 65. Definición. 1. El Patrimonio Industrial está integrado por el conjunto de bienes vinculados a la actividad productiva, tecnológica, fabril y de la ingeniería de la Comunidad Autónoma de Andalucía en cuanto son exponentes de la historia social, técnica y económica de esta comunidad. 2. El paisaje asociado a las actividades productivas, tecnológicas, fabriles o de la ingeniería es parte integrante del patrimonio industrial, incluyéndose su protección en el Lugar de Interés Industrial. Artículo 66. Clasificación. 1. Son bienes inmuebles de carácter industrial las instalaciones, fábricas y obras de ingeniería que constituyen expresión y testimonio de sistemas vinculados a la producción técnica e industrial. Son bienes muebles de carácter industrial los instrumentos, la maquinaria y cualesquiera otras piezas vinculadas a actividades tecnológicas, fabriles y de ingeniería. Su inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz se efectuará, cuando sus valores así lo justifiquen, en alguna de las categorías que, a tal efecto, se establecen en la presente Ley.” 


Comentarios

  1. Enhorabuena por tu iniciativa para abordar la arqueología industrial, me parece un tema muy interesante.

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